lunes, 18 de febrero de 2013

Numbers Stations







  No se que significan. No se lo que significa nada. Escucho en la oscuridad entre la estática de la tormenta y solo capto esta ristra de números y letras. Hubo un tiempo en que yo mismo las decía. Delante del micrófono leía los símbolos en idiomas extraños para extranjeros que no conocía. Después cogía papel y bolígrafo para apuntar....

Zero...One...Tango...Alfa...Eight...Eight...Tac...One...Tac...One...Eight....


Todo aquello tenia significado para mi. Pertenecía a la casta de sacerdotes que guardaba los secretos de nuestro universo. Apostados en la frontera, protegíamos ese universo.

Mas no ahora...

Ahora no comprendo y lo que antes era cristalino se ha tornado lodoso e inextricable. Volví a subir al norte de mis noches lechosas expulsado del paraíso. Como si un Ángel vengador me castigase por un pecado que ignoraba. Un pecado que ni siquiera disfrute. Asi mientras fuera ruge la tormenta voy pegando mis manos sobre los auriculares. Voy cerrando los ojos. Me concentro como si la misma aurora pudiera volver a reprogramarme.

Pero es inútil...

O ese mundo ya no me pertenece, o yo ya no pertenezco a ese mundo. Perdí algo. No lo se. Pero lo perdí y por eso he tenido que volver a empezar. Toda la soledad de la Estación Polar esta conmigo. Si no fuera por ella ya me habría rendido. El viento me hubiera alcanzado. El frio me hubiera congelado. Pero aquí esta, protegiéndome donde la deje hace años y donde no soy extraño. Eso solo sucede cuando traspaso la puerta. Frente a las estrellas o frente a la nieve que vuela horizontal soy un alienigena que es repudiado por el ambiente. Necesito volver dentro. Volver al refugio. Volver al calor de una chispa de esperanza que brilla sobre mi como una maldición. ¡Todo seria mas fácil si se apagara! Si desapareciera ese ultimo fanal. Y así, con el castigo de no poder rendirme, vuelvo a pegarme a la radio. Vuelvo a intentar descifrar los códigos. Vuelvo a intentar conectar con un mundo exterior que me ha olvidado. Un mundo al que apenas quiero recordar.


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