Pues resulta que ha habido en las cercanias un congreso de estudiosos polares. Aunque me comunico con ellos desde hace tiempo y algunos me tienen como autoridad en la observacion de los hielos nunca habia tenido el placer de conocerles. Ni las ganas, dicho sea de paso. No obstante, desaparecida la preocupacion por la enfermedad de la Reina de Thule, me dije que iba siendo hora de darse un paseo por el artico y de conocer a mas pirados como yo. Gente muy maja, aprovechamos para visitar dos o tres yacimientos cercanos e incluso trabajamos en uno como conjunto. Al parecer incluso sabian quienes eramos y causamos sorpresa y entusiasmo. Muy amables los inuit del lugar.
Pensaba que dedicariamos el tiempo a sesudos estudios acerca del hielo y su composicion, su comportamiento frente a las temperaturas y las presiones... Y si bien es cierto que utilizamos profusamente el hielo, lo fue para enfriar las bebidas.... Gracias a dios, las discursiones tecnicas las dejamos para los circulos academicos y nos dedicamos a dar buena cuenta de la gastronomia local y de alguna incursion de fuera. Muy agradable, sobre todo cuando decidi que estaba ahito y lo deje en ese punto justo en que la fiesta empieza a decaer, con los mejores recuerdos aun frescos y sin posibilidad de estropicio.
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