miércoles, 5 de septiembre de 2007

El Didgeridoo

El Didgeridoo

¿Por que es un coñazo?



El didgeridoo es un instrumento de viento (o aerófono) ancestral utilizado por los aborígenes de Australia. Basicamente es un tubo de madera, el cual se hace sonar al hacer vibrar los labios en el interior. Existen muchas clases y variedades, pero las principales son dos: la aborigen y la coñazo.

Durante siglos se mantuvo en occidente la duda de que clase de presion ecologica podria haber mantenido a la poblacion de Australia sumida en la edad de piedra y en tasas de poblacion por metro cuadrado tan bajas. La hipotesis mas extendida hasta el momento se basaba en que la tierra austral era tan poco productiva que no podia mantener una extensa poblacion y que la carencia de influencias culturales externas debido a su aislamiento impidio la introduccion de tecnicas modernas de cultivo y tecnicas preindustriales de produccion de elementos de uso cotidiano. Sin embargo, los analisis de las diferentes variables y la comparacion con otras culturas no nos proporcionaban pruebas de que esto fuera asi.
Solo muy recientemente, con la introduccion en occidente de estos elementos, se ha podido llegar a la verdad. La culpa de todo la tiene el didgeridoo. Ese instrumento es responsable del aislamiento de las poblaciones y de la baja productividad de sus individuos. Recientemente, en estudios realizados por la Universidad de Siska en Alaska, se ha comprobado que el uso indiscriminado del digderidoo produce pavor en sus vecinos y estos tienden a alejarse del instrumento entre mareos indiscriminados, zumbidos de oidos y arcadas provocadas por el insufrible sonido. Muy recientemente el profesor Warren Sanchez de la Universidad de Poughkeepsie describio el sonido del digderidoo como “un coñazo insoportable” a la vez que alababa su uso como espantador de carteros comerciales, vendedores a domicilio y grupos mormones de visita. En realidad alabo su uso como “espantador” a secas.
Otras voces se han levantado en defensa del didgeridoo por sus indudable propiedades terapeuticas. La ciencia ha demostrado feacientemente que el instrumentista alcanza grandes cotas de paz y armonia durante la interpretacion de esos horribles canticos. Desafortunadamente, la corriente mayoritaria de la ciencia -encabezada por el profesor de psicofonias de la Universidad Nacional de Islas Tonga, el afamado Ke T'pilo- demostraron que el didgeridoo no es capaz de saltarse las leyes de conservacion del “Sentimiento Armonico Simple” y que la paz que obtiene el interprete ha de obtenerse del sistema, afectando profundamente a los vecinos e implicando un gasto de energia nada desdeñable. Según estudios del Doctor T'pilo para producir 40 unidades de placer en el interprete hay que joder antes unas ochenta del entorno. Se espera que el uso intensivo de hachas para exterminar a los indigenas vaya recortando esta indudable plaga para el bienestar de la raza humana.

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