Cuando cayo, yo aun no me lo podia creer. Todo habia resultado rutinario, casi aburrido... pero entoces salto y un rayo de sol ilumino sus ojos. Y entonces descubrimos que eran verdes. Verdes como no habia otro verde en el mundo. Y permanecio alli, clavada a aquel rayo de sol que se reflejaba en los cristales de la Plaza de la Constitucion hasta que decidio bajar. Y cuando cayo, yo aun me lo podia creer.
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