
Se nos murio hace ahora diez años. Como tantos otros no le conoci pero ejercio en mi una influencia tremenda. Quizas mi manera de ver las cosas, el mundo, el universo proviene integramente de sus enseñanzas. Recuerdo como los lunes corria hacia la tele para ver embelesado el capitulo correspondiente de Cosmos. Era la epoca en que un lunes por la noche en Prime Time no tenias a la nieta de Franco haciendonos sufrir con sus brincos, sino que ponian programas sobre cosmologia, cosmogonia, sobre ciencia y la ciencia.... Ya no me puedo olvidar del pelado un tanto absurdo que Carl llevaba, forma parte de mi imaginario particular. Pero menos puedo olvidar su entusiasmo por lo que decia. Nos hablaba de planetas lejanos y desolados, de mundos hostiles y violentos. Nos hablaba de nosotros y nuestra lucha por conocer mejor el mundo que nos rodea. Me enseño que el escepticismo es una suerte de virginidad que no se le puede entregar a cualquiera, y tambien que el entusiasmo es un camino precioso para el conocimiento. Desde que me lo señalo no puedo ver la semilla de un diente de leon o a una estrella brillante sin maravillarme. Todo conectado, todo interrelaccionado en un universo cambiante y tan grande que solo la terrible belleza de la naturaleza puede llenarlo.
Todo se resumia en su famosa frase "Somos polvo de estrellas". Las teclas de mi ordenador, las uñas de mis dedos, los maravillosos ojos de Squirrell que amo y admiro... Todo se origino en los terribles fuegos del corazon de una estrella. Palpitando, estallando, vertiendo al espacio la semilla que nos haria crecer.... ¡Y sus leyes! ¡Las leyes que movian el universo y que eran tan sencillas que se podian comprender! ¡Y estaban a nuestro alcance! ¿No es maravilloso poder cojer papel y lapiz y con unos cuantos calculos averiguar donde va a estar nuestro sol dentro de dos millones de años? ¡Que maravilloso instrumento la mente humana! El me enseño a buscar maravillas en cualquier cosa alrededor... y a encontrarlas.
Gracias. Millones de gracias como estrellas en el firmamento que amamos. Carl. Carl Sagan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario