Uno no se puede descuidar. Lo haces un momento y cuando te quieres dar cuenta llevas demasiado tiempo ya en el Sur, instalado en la molicie. ¡Con que trabajito me he levantado y me he venido de nuevo a la estacion!
Pero no he podido evitar pensar, mientras me ponia las manoplas, que soy demasiado facil. Demasiado blando y me dejo convencer enseguida. Unos ojos tintineantes, una sonrisa mediada puede batir mis mejores defensas y llevarme por los senderos que menos quiero. O quizas si que los quiero, o tan solo que los merezco. No se. Como siempre, estoy perdido. Asi que es el momento de volver al norte, donde lo normal es estar perdido.
Confuso ¿verdad? Yo pienso lo mismo.
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