Los dias van.
Y lo hacen demasiado rapido. Las semanas parecen durar apenas horas y
apenas acabo de despertarme un lunes cuando ya llega el viernes y sus
preocupaciones... ¿Que hare? ¿Ire al cine? ¿La llamare para ir a cenar
o tomar una copa? Todas esas pequeñas molestias que son como mariposas
revoloteando frente a lo que de veras me importa. Es como si todo
tuviera dos tiempos, el real que transcurre a la velocidad de un
segundo por segundo, y el mio. Es como si estuviera sentado, con la
vista fija en un punto y todo lo de alrededor se moviera con celeridad.
Mis movimientos dependen de las influencias, pero se limitan a una
sonrisa aqui o una tristeza alla. No importa que salga de casa o vaya
al trabajo, es como si aun permaneciera sentado escuchando ruidos en la
lejania. Me pregunto si esto es bueno o malo. Supongo que simplemente,
es. Me siento mas cercano a las flores de mi jardin que al vertigo de
los dias. Pienso que tan solo espero. Espero y aun no llega la fuerza
que me haga levantar y moverme. Cerrar los ojos, abrirlos. Parpadear es
una actividad que me ocupa horas o apenas un blick. Ambas cosas son
verdad en este universo de tiempos coincidentes solo en las manecillas
del reloj. No se me hace pesado. Mas bien al contrario este transcurrir
de las cosas se me hace ligero como el aire de las montañas. Tan solo
una danza sin movimiento y una musica sin sonido. Ocurren cosas, es
verdad. Pero ocurren "fuera". Canta el ruiseñor que nos visita cada dia
en el limonero y corre mas rapido que mis piedras mi perrita. Pero es
como si siempre estuviera a mis pies semidormida, da igual que salte
entre la arena y las piedras. Pero ¿Cual es la existencia real? Yo no
lo se, solo se lo que vivo.
Quiza solo espero que regreses y me digas al oido: "Juanjo".
Entonces yo abrire mis ojos y te seguire.
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